PATATAS A LA IMPORTANCIA



Esta receta me recuerda la infancia. Lo aprendí de mi madre, que era natural de Casillas de Flores (Salamanca) y solía hacerla todos los años por la Cuaresma. Servía lo mismo como primer plato que como principal. 


Parece que se ha perdido la afición a la buena mesa tradicional. Años hace que no veo que lo ofrezcan en restaurantes o mesones; es una pena. Lo traigo a este blog como una pequeña manera de redimirlo, de rescatarlo del olvido. En muchas casas sigue elaborándose y muchos de vosotros lo reconoceréis al instante. Va dedicado especialmente a aquellos que nunca hayan probado esta interesantísima variante, de las miles que hay, en torno a las patatas, en nuestra cocina.  


Ingredientes:

- 800 g de patatas tipo kennebec (patata gallega)
- 2 huevos
- 1 cebolla mediana
- 1 hoja de laurel
- 2 dientes de ajo
- unas ramitas de perejil
- unas hebras de azafrán
- harina
- aceite de oliva virgen extra
- agua o caldo vegetal
- sal


Elaboración:

1.- Una vez lavadas y peladas, cortamos las patatas en rodajas de 1,5 cm aproximadamente y luego las salamos. Cascamos y batimos los huevos. Hacemos un majado con las hebras de azafrán, los ajos, el perejil y la sal, en un mortero. Pelamos y picamos finamente la cebolla, la rehogamos y cuando esté casi a punto añadimos una cucharada de harina, dejando unos minutos al fuego, dando vueltas de vez en cuando. Añadimos el majado, envolviendo todo bien.
Pasamos las patatas por harina y por huevo y las freimos en aceite muy caliente.


Ya tenemos las patatas fritas

2.- Se pasan las patatas fritas a una cazuela, añadiendo el majado con la cebolla que habíamos preparado antes y una hoja de laurel, y se cubre con agua o caldo. Si se quiere que esté espeso puede añadirse un poco menos de líquido.



Preparadas para la cocción

3.- Debe mantener la cocción unos 20-25 minutos (o cuando veáis que están cocidas las patatas) y ya estará preparado el guiso para deleitarse con él.

Patatas a la importancia, casi en su punto

4.- Emplatamos en un plato hondo. Y una buena cuchara. Y ya está.














Creo que un buen maridaje para este suculento plato sería un Rueda cien por cien verdejo (Palacio de Bornos por ejemplo), aunque por supuesto que aceptan un buen tinto, que perfectamente podría  ser un monovarietal syrah (Calzadilla Syrah 2006 sería una magnífica elección).

Comentarios

  1. Muy buena la receta. Nuestras madres sí que sabían darnos de comer cómo Dios manda.
    En el último restaurante que las comí fue "La Cocina de Toño", pero hace unos años.
    Previamente confitaban la patata con unos ajos y tomillo limonero. Las he hecho así en casa varias veces y te aseguro que quedan estupendas. Prueba la próxima vez y me dices.
    Muchos besos

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  2. Me apunto ese dato y la próxima vez haré un intento.

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