BOQUERONES EN ABANICO

Receta fácil si señores. Pero es que he estado en el mercado y viendo esos boquerones brillantes y vivos, que te decían "estoy para que me comas", no me ha quedado otro remedio que llevarme medio kilito para casa y darme el placer de comérmelos, eso sí,  en buena compañía.

Ya sé que todos vosotros conocéis la técnica, pero me animo a colgar la receta aunque solo sea por recordárosla y animaros a hacerla.

Así pues evitando más preámbulos me pongo el delantal y palante. 

Ingredientes

- Boquerones bien, bien frescos.

- Harina para rebozar.

- Aceite de oliva virgen extra.
- 2 Huevos.
- Unas ramitas de perejil.
- sal

Elaboración

1.- Vaya usted a la pescadería y compre los mejores boquerones del mercado, que a buen seguro serán los más caros. Si quieres quedar bien y sois cuatro personas un kilito será suficiente. Si lo que pensáis es poneros como gochos, entonces comprad kilo y medio. Lavadlos y limpiadlos bien y abridlos por el medio, en abanico, evitando que queden divididos en dos partes.

2.- Batid bien los huevos, añadidles un pellizquito de sal y el perejil muy troceadito, aunque estas cosas van en los gustos de cada cual.

3.- Enharinad los boquerones con mucho cuidado, para que no se rompan, ni queden con exceso de harina. Podeis hacer uso de papel de cocina para ayudaros.

4.- Preparad una sartén, preferentemente grande, y no seáis avaros con el aceite, ni en la calidad ni en la cantidad. Freíd los boquerones de pocos en pocos, que no se toquen en la sartén. Primero los pasáis por el huevo y luego los arrojáis al aceitoso abismo, que hará crunch, crunch, crunch. Si no lo hace: malo, eso es que el aceite no está que abrasa vivo.

5.- Ya están doraditos, los sacas de la sartén con cuidado y los colocas sobre papel absorbente. Y ya está. A la mesa. Comedlos todos, que no quede ni rastro. Un vinillo blanco, refrescante, afrutado puede ser el adecuado contrapunto. Buen provecho.