comer y leer y más

La primavera es una buena época para visitar este parque y deleitarse con los maravillosos paisajes que nos depara, aunque en verdad cualquier época del año -salvo el crudo invierno reservado a los esquiadores- es buena para una visita. Aigüestortes Para situarnos primero, el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de Sant Maurici (que este es su nombre completo) está en la provincia de Lérida (Cataluña), en plenos Pirineos.  Como su nombre indica, podemos hablar de dos conjuntos diferenciados, por un lado está el sector de Aigüestortes, al que accedemos por Boí, y por otro lado el sector del Lago Sant Maurici, con acceso habitual por Espot. Límites del Parque Nacional En este viaje paisajístico me voy a centrar en el sector occidental, Aigüestortes, y si queréis podréis acompañarme a una excursión por los paisajes de Aigüestortes, el Estany de la Llebreta y el Estany Llong. Hago un inciso, por si alguno no lo sabe, estany es un estanque o lago, que en el Pirineo abundan

 Cerezos del Valle del Jerte Parece que hablar de cerezos y traer a la memoria imágenes de Japón o de nuestro más cercano Valle del Jerte es todo uno. Diréis, ¿qué pinta aquí este tema? Pues no, no voy a hablar de ninguna receta en la que use como ingrediente las cerezas, eso lo dejo para otra ocasión. Es más sencillo: ampliamos nuestra mirada en este blog. Ya no solamente los libros acompañarán a nuestra mesa, también lo harán los paisajes, incluyendo también a los urbanos.  Desde tiempo inmemorial acuden los japoneses a sus parques a contemplar los cerezos, que ellos cultivan como árbol ornamental. Esa tradición de ver las flores -sobre todo las de los cerezos- la llaman en el país del sol naciente hanami . Como el cerezo es muy suyo, existen unos pronósticos de florecimiento, para que la movilización masiva se haga en el momento adecuado, dependiendo de las diversas islas, pues la floración es más temprana en las del sur y más tardía en las del norte.  Bellísim

Este autor portugués, eterno postulante al Nobel de Literatura, difícilmente conseguirá tan pomposo galardón; ya se sabe, la lengua de Camoens no es tan principal como para llevarse dos nobeles casi seguidos (recordamos a Saramago). No trato de poner en confrontación a semejantes monstruos, ambos dignos de las mayores alabanzas literarias, sino solamente de aproximar al lector a Lobo Antunes, menos conocido que su compatriota. Lobo Antunes es un poeta que se ha dedicado a la narrativa, y lo hace con un lirismo y una contundencia de metáforas verdaderamente sorprendente. Tiene un discurso llamativo, lleno de supuestas improvisaciones -en ocasiones parecen golfas-, pero pensadas con precisión matemática, que nos lleva a asomarnos a un abismo de soledad, locura y muerte. "El orden natural de las cosas" forma parte de una trilogía que comenzó con "Tratado de las pasiones del alma" y se concluye con "La muerte de Carlos Gardel". Aunque escrita en 1992, no