EL HAIKU, POEMA MINIMALISTA JAPONÉS


Esta composición poética de la cultura y del lenguaje japonés, que yo llamo minimalista -que no mínima o pequeña-, aunque sin una métrica concreta, sí puede decirse que consta de tres versos de cinco, siete y cinco moras.
La mora es una unidad fonética menor que las sílabas. Estas pueden tener una, dos e incluso tres o más moras, pero en idiomas distintos al japonés  es común sustituir las moras por sílabas.

El haiku toma como modelo la contemplación de la naturaleza, pero contrapone y une dos imágenes o ideas mediante un nexo que las une. Veamos un ejemplo de Jorge Luis Borges:

Lejos un trino.
El ruiseñor no sabe
que te consuela.

O este otro de Antonio Machado:

Pardos borriquillos
de ramón cargados
entre los olivos.

Originalmente solía hacerse referencia a la estacion del año, pero el más célebre poeta del haiku, Matsuo Basho (1644 - 1694), con su profunda espiritualidad Zen, lo que hace es dejar destilar unas gotas del instante, de la vivencia que atesora. Sirva como muestra este haiku incomparable:

Un viejo estanque,
una rana se salta
el sonido del agua.

Quizás el haiku tenga su origen en el "jisei no ku", que es un pequeño poema de despedida de la vida, formado por cinco versos de 5-7-5-7-7 moras.
Aunque se atribuye el jisei al príncipe japonés  Otsu, ejecutado por sus hermanos el año 686, fue primero el sintoísmo y después el budismo quienes con sus ideas religiosas sobre la muerte dieron el espaldarazo definitivo a este tipo de poema convertido en tradición y símbolo del espíritu de este pueblo. Veamos un ejemplo de jisei, el que escribiera Oroku, una casi anónima mujer que se suicidó hastiada por el maltrato de su suegra. Este es el poema:

Aunque mis días se hubieran prolongado,
la oscuridad no habría
abandonado este mundo.
En el sendero de la muerte, entre las colinas,
contemplaré la luna.

O este otro, del poeta Minamoto No Shitago:

Este mundo
¿Con qué puedo compararlo?
Con campos de otoño
tenuemente iluminados, al anochecer,
por los relámpagos.

Matsuo Bashō fue el
primer poeta en adoptar el "haiga", una pintura sin pretensiones, añadida a los versos.
Aunque las variaciones del haiga son enormes, es lo mas habitual que beba en la tradición de la Escuela Kanō (grandes dibujos sobre biombos), de la pintura minimalista zen en blanco y negro y de la pintura decorativa popular japonesa llamada Ōtsu-e.

Entre los más famosos cultivadores de haiku, los llamados "haijin", podemos nombrar a  Matsuo Bashō y Yosa Buson, sin olvidar a Ueshima Onitsura o Ihara Saikaku. Chiyo-Ni quizá sea la mujer que más sutilmente supo interpretar el haiku. Contemplad uno de sus más conocidos poemas:

De la bandada de los mil pájaros,
uno va perdiendo fuerzas
y el viento lo recoge.

Entre los grandes poetas no japoneses que escribieron maravillosos haikus citaré algunos.
Para comenzar en Nobel irlandés Seamus Heanney. De él estos dos haikus que me he permitido traducir:

autumn
a nostalgia
painted in scarlet

otoño
una nostalgia
pintada de escarlata


full moon
a mice runs across
the owl's eyes

luna llena
un ratón atraviesa
los ojos del búho

Un gran poeta americano, el irrepetible Kerouac, nos dejó estos versos:

No telegram today
only more leaves
fell.

No hubo telegrama hoy
sólo más hojas
cayeron.

En el mundo hispanoparlante me gustaría destacar a Octavio Paz, que fue un entusiasta del haiku. Aquí uno de sus poemas:

Esto que digo
son apenas tres líneas:
choza de sílabas.


Para finalizar unos haikus de nuestros poetas más significados en este arte.
Comienzo con Juan Ramón Jiménez,  delicados versos los suyos:

¡Ay, el aire yerto,
campana en el frío,
ojos en la escarcha!

Finalizo con uno de los mas grandes, muchos de cuyos versos tienen ese aroma típico del haiku, aunque no lo escribiera como tal. Hablo de Federico García Lorca:

En la luna negra
de los bandoleros,
cantan las espuelas.

La noche espolea
sus negros ijares
clavándose estrellas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

BERENJENAS A LA ANTIGUA

BACALAO AL AJO ARRIERO

ARROZ CON COSTILLA, LOMO Y LONGANIZA DE CERDO