COCA DE BEICON, PIMIENTOS ASADOS, ALCAPARRAS Y CEBOLLA
Esta nueva receta se adentra en
tierras mediterraneas, aunque la coca también
es típica de algunos lugares del este aragonés, quizás por su vecindad con Cataluña y con la Comunidad Valenciana.
Pero voy a empezar por el
principio. ¿Qué es una coca? Se trata
de un pan o torta, que desde los tiempos
antiguos elaboraban las amas de casa con los restos de pan o de harina no
fermentados, dándole forma plana, aunque después fue adoptando mil y una
maneras, con productos de los más diversos coronando este pan, tanto dulces, o salados
o ambas cosas a la vez. Hubo variantes
diversas también en cuanto al remate, pudiendo quedar cerradas y aprisionados
dentro los ingredientes o bien agujereadas o de la forma más sencilla, planas y
abiertas.
¿Se parece a la pizza italiana?
Sí y no. Sí porque la masa es muy parecida, si acaso con manteca de cerdo la
coca, con mantequilla la pizza. No, por el tamaño, el espesor, el remate con
queso de todas las pizzas, etc. Los
ingredientes que coronan a unas y otras son prácticamente iguales, sobre todo
si hablamos de las formas tradicionales o artesanas. De cualquier manera allá
cada cual. No voy a entrar en polémicas. Ya tenemos de sobra con la enorme cantidad
de variantes de coca como para meternos en otros jardines.
En general la masa según sea para
la coca dulce o la salada se hará con huevo y azúcar en el primer caso y con
levadura y sal en el segundo. Pero vais a ver que en la receta que os
presentaré a continuación me salto elegantemente esta tradición sin mayores
problemas.
Las cocas más famosas son –como siempre-
las del pueblo de cada cual. Pero como es imposible citarlas todas daré algunas,
todas ellas de la variedad salada; cuando traiga una receta de coca dulce ya
hablaré de éstas. Así pues ahí van las cocas saladas: “De San Juan” que se
supone es para comerla esa mágica noche, es dulce en Cataluña y salada (con
atún o con samfaina) en Alicante; “coca agujereada del Penedés”; “coca de
butifarra” típica del interior, de las tierras altas; “coca de tocino y
embutidos” de Alcoy y de los Pirineos; “coca
de recapte o mixta, con setas, pescados y embutidos, que se suele comer en el
campo, muy típica de Lérida; “cocas de La Safor”, bien sencillas, con maíz o
con sardinas y embutidos; la simpar “coca de Montblanc” con aceitunas, tomate y conejo; y todas las
variantes que queramos hacer con las verduras de temporada, como alcachofas,
cebolletas, guisantes, etc.
Y vamos con nuestra receta transgresora.
Ingredientes:
- Harina, 250 gramos
- Huevos, 2
- Aceite de oliva virgen extra, ½
vasito de los antiguos de vino
- Cerveza, igual cantidad que de
aceite
- sal
- Pimientos asados cortados en
tiras
- Cebolla picada al gusto
- Beicon en tiras, sin el cuero
ni el cartílago
- Alcaparras, 12
- Alcaparras, 12
Elaboración:
1.- Sobre una superficie de mármol o granito hacemos el típico volcán con la
harina, colocando en el medio los huevos, el aceite, la cerveza y un poco de
sal. Mezclamos bien hasta hacer una masa compacta que no se nos pegue en la
mano; si es preciso añadimos la cantidad de harina que nos pida. Colocamos la
masa sobre un plato, tapamos con papel film y dejamos en la nevera 2 o 3 horas.
2.- Sacamos la masa y la trabajamos otro poco hasta que esté
flexible. La extendemos y le damos la forma que deseemos (en nuestro caso la
típica de suela de zapatilla). Habremos
precalentado el horno unos 10 minutos a 160º.
3.- La colocamos sobre una bandeja de horno pincelando previamente la superficie con aceite y a su vez pincelamos la superficie de la coca.
3.- La colocamos sobre una bandeja de horno pincelando previamente la superficie con aceite y a su vez pincelamos la superficie de la coca.
4.- Horneamos la masa (sin los ingredientes) durante 10 minutos a 180º"C, pasado este tiempo la sacamos del horno.
5.- Colocamos los pimientos y la cebolla y después ponemos
por encima las lonchas de beicon, para finalmente rematar de nuevo con pimientos
y cebolla, además de las alcaparras. Echamos un buen chorro de
aceite por la superficie de la coca y llevamos al horno. Horneamos unos 18 a 20 minutos a 200º. Si fuera preciso más
tiempo el aspecto de la coca nos lo dirá (también depende del gusto, que se
quiera crujiente o más blanda).
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