GAZPACHO DE SANDÍA
Estos colores más propios del pleno verano son muy propicios al gazpacho, un plato muy socorrido para combatir los calores. Bien fresquito entra con una facilidad pasmosa y con sus sales, minerales y fibra es un complemento ideal.
La variante que propongo es oportuna en estas fechas en que la sandía empieza a entrar en los mercados con todo su esplendor, con ese color rojo oscuro que invita a devorarla. Resulta más refrescante que el gazpacho tradicional y para quien no guste el sabor del pepino es la elección perfecta.
La elaboración es tan sencilla como para el gazpacho de toda la vida, solamente cambia lo ya dicho -no se le añade pepino- y los tomates comparten a medias el protagonismo con la sandía.
Ingredientes:
- 500 g de tomates muy maduros, pelados.
- 500 g de sandía, sin la corteza ni las pepitas.
- una rodaja de pan tostado previamente remojado (opcional).
- Media cebolla pequeña.
- un pimiento verde y otro rojo.
- Un diente de ajo sin el germen.
- Aceite, vinagre y sal al gusto.
Elaboración:
1.- En una batidora echar los pimientos, cebolla y ajo previamente troceados. Batir bien.
2.- Añadir la sandía troceada y batir de nuevo.
3.- Ahora le toca a los tomates, añadirlos y batir otra vez.
4.- Si queréis que espese un poco le añadís el pan y ahora batir algo más, hasta que quede todo el contenido unificado.
5.- Es el momento de darle el toque de aceite, vinagre y sal según el gusto de cada uno y las calorías que se quieran aportar (por el aceite, claro). Puedes darle un toque aromático con orégano o hierbabuena o alguna planta aromática que se te ocurra. Llévalo a la nevera para que esté fresco a la hora de tomarlo. Y buen provecho.
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