GRANADILLA, UN PUEBLO ABANDONADO...PERO NO TANTO
Para situarnos en el mapa, diremos que el enclave está situado en el límite entre las comunidades extremeña y castellano-leonesa, entre las ciudades de Plasencia (Cáceres) y Béjar (Salamanca).
Rondar por el pueblo, subir al castillo, transitar por la plaza y las callejas o asomarnos al embalse nos llevará otros 3 o 4 kilómetros; así que el total, incluyendo la vuelta a Zarza son unos 23-25 Km.
Por supuesto que la ruta tiene un interés paisajístico enorme, situada en las estribaciones de la Sierra de Béjar y a través de unos bosques de pinares, jaras y monte bajo excepcionales. Pero no debemos olvidar que el motivo principal debería ser el conjunto histórico de Granadilla y para ello hay que tener en cuenta que tiene un horario de visita (gratuita),
que varía en las diferentes estaciones del año, aunque cabe señalara los despistados que hay un día a la semana que está cerrado (sí, el pueblo está cerrado) y es el lunes, salvo que sea festivo.
Pues lo dicho, que iniciamos la andadura en las afueras del pueblo y la ruta nos parece cómoda, precisamente hasta el cruce con la carretera de Abadía. Aquí empieza la montaña rusa en que se convierte todo el camino, duro para jubilados, supongo que suave o muy moderadamente exigente para los jóvenes y la gente habituada a la montaña.
Antes de entrar a Granadilla una pequeña historia sobre tan extraordinario lugar.
El antiguo señorío de Granada, es una antigua villa amurallada de origen feudal que actualmente pertenece al municipio de Zarza de Granadilla, habiendo sido -anteriormente a la construcción del embalse de Gabriel y Galán- la capital de la comarca Tierras de Granadilla, llegando a constituirse en cabeza de partido judicial.
Parece que el lugar fue enclave musulmán desde el siglo IX, un baluarte estratégico, con su castillo almohade, en las cercanías de la Vía de la Plata. Pasó a manos cristianas en 1160, bajo el reinado de Fernando II de León, que repobló la villa y levantó las murallas. En 1191 pasó a ser lugar de la Orden de Santiago.Tras muchas vicisitudes la villa recayó finalmente en manos de los Álvarez de Toledo, duques de Alba, que fueron señores de la villa hasta 1830, perdiendo la villa con la desamortización, aunque conservando el castillo hasta 1893.
Las edificaciones de mayor interés son:
- El castillo construido entre 1473 y 1478, en tiempos del primer duque de Alba. Tiene un cuerpo prismático central y cuatro cuerpos semicilíndricos adosados a los lados. Puede accederse a lo más alto a través de unas estrechas escaleras. Vale la pena pues el paisaje del entorno, dominado por el pantano, es muy bonito.
- Las murallas que prácticamente rodean por completo el pueblo y que se pueden recorrer parcialmente.
- La iglesia de la Asunción, perteneciente a la diócesis de Coria-Cáceres.
- La Casa Rectoral, al lado del castillo.
- La Plaza Mayor, el lugar más elevado, en torno a la cual fue distribuyéndose el pueblo, siempre los apellidos nobles en su entorno y la gente de la gleba más alejada del punto principal.
- La Casa de las Conchas, que es la más grande de la villa, de la que solo queda la fachada, pues fue parcialmente derruida para construir un espacio deportivo y otras instalaciones.
- La Casa del Minarete o del Ayuntamiento.
- La Casa de los Arcos, reconstruida, que era el antiguo bar de la plaza Mayor.
- El Juzgado y la casa cuartel de la Guardia Civil.
- La Casa Consistorial.
Pues ya veis, no tiene desperdicio esta escapada a un olvidado lugar que poco a poco va recuperando su antiguo esplendor. Os animo a hacer esta ruta y para los más comodones, los que prefieran llegar hasta las mismas puertas de la villa en coche, hau un pequeño aparcamiento a los pies del castillo o puede dejarse en la campa, un poco más abajo, y acercarse a las orillas del pantano.
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