ENSAIMADAS


La ensaimada de Mallorca es uno de mis desayunos favoritos, pero no me había atrevido a hacerla hasta que leí la receta de CocinaSalud.com y me dije que por qué no iba a salirme bien si seguía los pasos más o menos  (la cabra siempre tira al monte) cómo allí se cuenta.
No estará de más deciros, aunque muchos ya lo sabéis, que el nombre de ensaimada viene de la palabra mallorquina “saïm” que es como en las islas llaman a la manteca de cerdo. De manera que haréis bien en utilizar este ingrediente y no la mantequilla, que por cierto es usada para elaborar la ensaimada filipina (que sí,  que es verdad, existe). Que la manteca sea de cerdo mallorquín ya es otra cosa. No me atrevo a decir tanto. Mejor no le pidáis el DNI a la manteca, pero eso sí,  huid de la mantequilla y evitareis un producto afrancesado.

INGREDIENTES (unas 15 ensaimadas individuales)
- 600 grs. de harina de fuerza
- 200 grs. de azúcar
- 125 grs de manteca de cerdo
- 3 huevos
- 20 grs. de levadura fresca de panadero
- 150 ml. de agua tibia
- Azúcar glas

ELABORACIÓN

1.- Disolvemos en un bol la levadura en el agua tibia. Le incorporamos el azúcar, después los huevos y finalmente una cucharada de manteca. Procedemos a darle vueltas hasta que se integren todos los elementos. Con la ayuda de un colador a modo de tamiz vamos ahora añadiendo la harina sin prisas. Llegados a este punto procederemos a amasar con la técnica de romper y golpear, con los nudillos, dejando períodos de reposo, hasta que logremos esa masa elástica y maravillosa que pretendíamos lograr. Tardaremos un buen rato, de media hora para arriba.

2.- Este paso es el más difícil pues requiere de una virtud poco común: la paciencia. ¿En qué consiste? Ni más ni menos que en dejar reposar la masa toda la noche en un lugar sin luz ni corriente de aire, que muy bien puede ser la despensa. Al día siguiente habrá aumentado su volumen al doble o incluso más, dependiendo de la temperatura ambiente.

3.- Sacamos la masa y la pesamos dividiéndolas en trozos de aproximadamente 65 gramos. Dejaremos estos trocitos de masa que reposen durante una hora antes de meternos con ellos.


4.- Dispondremos de una mesa de trabajo que pintaremos con un poco de aceite para que nos ayude a trabajar la masa y no se pegue a la superficie. Tomamos cada montoncito de masa y con un rodillo lo aplanamos dándole una forma alargada. Llegado este momento untamos con ayuda de la mano la superficie de masa aplanada. De nuevo intentaremos aplanar y estirar la masa hasta que quede bien finita.


5.- Ahora enrollamos la masa a lo largo haciendo una especie de churro grande. De inmediato desde una de las puntas de este churro vamos formando una espiral a modo de caracola sin que se toque puesto que cuando vuelva a leudar quedará una forma sólida y sin huecos.


6.- Colocamos las ensaimadas en una bandeja de horno suficientemente distantes unas de otras para que no se junten al aumentar el volumen. Bien dentro del horno o en un lugar adecuado similar a aquel en que la masa pasó la noche, dejamos la bandeja hasta que las ensaimadas doblen su volumen.


7.- Precalentamos el horno unos 10 minutos y después horneamos las ensaimadas entre 18 y 20 minutos a 160°C, aunque lo mejor es estar pendiente de ellas y cuando veamos que están doradas la sacamos.


8.- Habrá que dejarlas enfriar antes de espolvorearlas con azúcar glas. Y ya las tenemos preparadas. Solo nos queda el placer de deleitarnos con ellas.












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