CONEJO A LA CERVEZA CON PATATAS Y NÍSCALOS

La carne de conejo es una de las que menos calorías tiene y además es escasa en grasas. Aunque esto es un dato positivo, a la hora de llevarlo a la cocina para elaborar una receta sugerentes hay que tenerlo muy en cuenta y huir de resultados poco jugosos, resecos. Se puede conseguir de una manera fácil, con una buena salsa que le aporte esa chispa que le pudiera faltar con elaboraciones de horno.
Podemos acompañar la carne de variadas formas, aunque hoy hemos escogido unas patatas y unos pocos níscalos.
El conejo puede ser de campo, si estamos en la época de caza. Lo tendremos en cuenta antes de hacer el guiso, dejándolo en la nevera un par de días (para que pierda ese característico sabor a monte demasiado fuerte para los exquisitos paladares actuales). Otro detalle más es el tiempo de cocción, que será bastante mayor que con el conejo de granja, más aún si es de buen tamaño.
También los níscalos son un producto otoñal de nuestros campos. Si disponemos de ellos es lo ideal y si no los tenemos recientes podemos recurrir a los envasados, aunque no son igual que los frescos, para qué nos vamos a engañar. Otro tipo de seta tampoco es despreciable. 
Visto lo visto nos ponemos manos a la obra.

Ingredientes:  
- Un conejo de un kilo aproximadamente.
- 2 patatas 
- 200 g de níscalos
- 1 lata de cerveza de 330 cl
- 100 g de tomate frito
- Una cebolla
- 2 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 1 cucharadita de pimentón ahumado de la Vera
- 1 cucharadita de romero
- 1 cucharada de orégano
- harina, aceite de oliva virgen extra, pimienta y sal.



Elaboración:  

1.- Troceamos el conejo, cuidando que los trozos no sean demasiado pequeños (que quede lucido, vaya). Majamos en un mortero los ajos, romero, orégano, pimentón, un par de cucharadas de aceite y una pizca de sal y de pimienta. Embadurnamos los trozos de conejo por dentro y por fuera con el majado. Reservamos.


2.- Picamos finita la cebolla y los dientes de ajo y hacemos el socorrido sofrito, con lentitud, sin prisas, sin dejar que se quemen. Mientras tanto pelamos, cortamos, lavamos y secamos las patatas.


3.- Cuando ya va estando dorado añadimos el tomate, damos unas vueltas e incorporamos las patatas y las hojas de laurel, dejando cocer un poco. Ahora podemos enharinar los trozos de conejo y marcar sobre el sofrito que estamos terminando (este paso se puede saltar).


4.- Añadimos la cerveza y dejamos hervir, cuidando que elimine en lo posible el alcohol. 


5.- Cuando consideramos que no queda alcohol (el olor nos lo dice) es el momento de añadir los níscalos y volver a dejar que hierva y mantenemos la cocción a fuego medio.


6.- Pasados 5 minutos incorporamos los trozos de conejo, añadimos agua hasta que cubra los trozos y mantenemos la cocción aproximadamente una hora; si el conejo es de campo llevará más tiempo. En cualquier caso ya sabéis que podemos calcular el punto de cocción pinchando la carne para ver si está ya tierna. Si tenéis una buena olla, con su tapadera adecuada o una cocotte mejor que mejor, y si es de barro y en lumbre a la antigua muchísimo mejor.



7.- Llega el momento de retirar del fuego y valorar el resultado.


Podemos emplatar al estilo tradicional, dejando que las piezas del conejo se expresen en su verdadera forma:


o bien, si el personal es muy "delicado", lo deshuesamos y colocamos en forma de milhoja, alternando el conejo y las setas y colocando a un lado las patatas:



El caso es que el resultado sea sabroso y guste a la concurrencia.

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