ZURRUKUTUNA
Las sopas son, o al menos lo parecen, el pariente pobre de la mayoría de las familias gastronómicas de nuestra tierra. Su origen es incierto y lejano, tanto que hay quien se remonta a Esparta y su bodrio, que era una sopa negra hecha con sangre. Nosotros no queremos ir tan lejos. Nos quedaremos con las sopas de ajo tan socorridas en época fría en tierras castellanas. Variantes existen muchas, pero indefectiblemente llevan en su composición el ajo, pan atrasado, aceite y algún caldo que haya por ahí olvidado o a la espera. Luego están los componentes que mejoran la sopa, como el jamón, que es el más conocido, y en la receta que nos ocupa, el bacalao. La zurrukutuna era una sopa de los caseríos, antañona y maravillosa. Es una pena que esté algo olvidada en Euskadi y no digamos fuera del País Vasco, donde es casi casi desconocida, salvo para unos pocos entendidos. Yo la encontré casualmente en un antiguo recetario y aquí os la traigo, porque me parece diferente y apta para cualq