CABRITO HORNEADO EN ROJO Y CARAMELIZADO CON VINAGRE DE FRUTA DE LA PASIÓN

El cabrito de La
Vera no es cualquier cosa. Su peso ideal -para mi gusto- es de 4 Kg en canal.
Si la madre ha pastado en los prados altos a la vera de Gredos, en las
gargantas de Santa María o de Alardos, mejor que mejor.
Un segundo producto
de La Vera es el pimentón, de ahí el apelativo de rojo que doy a esta receta:
porque es así que embadurnaremos (preciosa palabra que sugiero utilizar más a
menudo en nuestros fogones), embadurnaremos, repito, los trozos de cabrito con
un majado que se fundamenta en la expresión y conjunción de sabores como el
aceite sin filtrar, las hierbas del campo, los ajos y sobre todo ese exquisito
pimentón ahumado de la tierra.
La caramelización
viene a cuento porque se busca ese dulce terminado horneando y rociando la carne con generosa cantidad de
vinagre de pulpa de fruta de la pasión (maracuyá). Si tenéis miedo con el vinagre podéis hacer una reducción calentándolo a fuego medio hasta que se refuzca a la mitad. Se puede añadir una cucharada de azúcar y un pelín de bicarbonato.
Como podéis
imaginar y ver -si dais rienda suelta a vuestra imaginación- vamos a obtener un
plato exquisito, sustancioso, rotundo y lleno de sugerencias que nos acercan a
la tierra que dio origen a estos productos. Al menos es lo que pretendo.
INGREDIENTES (para 4 personas)
- 2 kg de cabrito (piernas y paletillas)
- 2 dl de aceite de oliva virgen extra sin filtrar
- 30 ml de vinagre de pulpa de fruta de la pasión de La Chinata (hay quien gusta más del sabor a mango, también valdría)
- 2 o 3 patatas de buen tamaño, tipo Kennebec o similar
- 1 cucharada de pimentón ahumado de La Vera.
- Un manojo de hierbas de la sierra (orégano, tomillo y romero).
- 4 bolitas de pimienta (2 de Jamaica y 2 de Sechuan)
- 2 ajos morados (de Zamora o de Las Pedroñeras)
- Sal
- 2 naranjas de buen tamaño
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra Arbequina
- 1 bote de aceitunas negras
- 2 kg de cabrito (piernas y paletillas)
- 2 dl de aceite de oliva virgen extra sin filtrar
- 30 ml de vinagre de pulpa de fruta de la pasión de La Chinata (hay quien gusta más del sabor a mango, también valdría)
- 2 o 3 patatas de buen tamaño, tipo Kennebec o similar
- 1 cucharada de pimentón ahumado de La Vera.
- Un manojo de hierbas de la sierra (orégano, tomillo y romero).
- 4 bolitas de pimienta (2 de Jamaica y 2 de Sechuan)
- 2 ajos morados (de Zamora o de Las Pedroñeras)
- Sal
- 2 naranjas de buen tamaño
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra Arbequina
- 1 bote de aceitunas negras
ELABORACIÓN
1.- Troceamos el cabrito. Si pusiéramos a hornear las piezas enteras (paletillas, etc) no habría superficie suficiente para conseguir un buen caramelizado. Luego pelamos los ajos y les damos un hervor en un pequeño cazo. Como podeis ver en la foto, el cazo tiene solera; debe ser del tiempo del abuelo Pablo, o antes, pero funciona.
2.- Majamos en un
mortero amplio de madera (olivo mejor), los ajos, añadiendo un puñado de sal,
luego las hierbas y finalmente el pimentón. Incorporamos 100 cl de aceite sin filtrar, gota
a gota, haciendo una especie de ali-oli (sin pasarse, pues no tiene que quedar
sólido). Precalentamos el horno a 180-200 º C.
3.- Embadurnamos (untamos con un pincel o con las manos, bien limpias, naturalmente) los trozos de carne, por todos los lados y los vamos colocando en una bandeja para horno (pirex, barro de Pereruela, etc, al gusto).
Echamos un buen
chorro de aceite (recordad que nos quedan 100 ml aún) y la mitad del vinagre de
fruta de la pasión. Se puede dejar macerando un par de horas.
Comenzamos a hornear
a 180º C. Si el cabrito es tierno con 45 minutos será suficiente, pero cuidado,
no confundir el aspecto rojo que queda debido al pimentón, y creer que está
hecho cuando aún está crudo.
4.- Cuando lleve ½
hora de horneado, se abre el horno, damos vuelta a los trozos de carne y
añadimos la otra mitad de vinagre y un buen chorro de aceite (tendremos
precaución de dejar un poquito de aceite para un toque final).
Habremos pelado y
troceado las patatas, las sazonamos ligeramente y les añadimos el resto que nos
quedó del majado, y las incorporamos a la bandeja del horno.
5.- Una vez que
pensemos que la carne está en su punto, sacamos la bandeja y añadimos el
chorro final de aceite para que conserve ese aroma característico del aceite
crudo y sin filtrar. Y ya está, sólo queda deleitarnos con este delicioso
manjar.
6.- Podemos
acompañar el plato de una ensalada de naranjas y aceitunas negras. Pelamos las
naranjas, las cortamos en rodajas de 3 o 4 mm, las salamos ligeramente,
añadimos unas aceitunas negras y agregamos un poquito de aceite monovarietal Arbequina.
En honor a Isabel, salmantina de pro, y siguiendo su sugerencia, me lanzo a maridar este plato con un vino. Dado que aunque es carne tiene unos toques dulces exóticos, me atrevo a traspasar las normas y señalar un blanco Chardonnay envejecido en barrica al menos 6 meses, o si acaso un cava rosado de Pinot Noir Y rizando el rizo se puede uno dar un homenaje acompañando este plato con champán Taittinger Brut Reserva, elaborado con ambas uvas.
Comentarios
Publicar un comentario