RODABALLO CON PATATAS PANADERA
El rodaballo es un pescado suculento,
muy apropiado para el horno, aunque por supuesto admite otras muchas posibilidades. Ni que decir tiene que si es salvaje la calidad se dispara, al igual que el precio, si lo comparamos con el que proviene de la acuicultura. Pero tarde o temprano tendremos que acostumbrarnos a este método de cría de los peces, igual que criamos vacas, terneros, cabritos, pollos y demás.
Esta receta es de una sencillez meridiana, pero eso es lo que en general tiene la filosofía de este blog. Muchos dirán, pues vaya cosa fácil: mejor que mejor; de eso se trata; no hay que complicarse la vida para comer bien y sano.Vamos pues a ello, sin más preámbulos.
Ingredientes (4 p):
- Un rodaballo de 1.500 g al menos; cuanto más se acerque a los 2 Kg mejor será.
- 4 patatas de buen tamaño.
- 1 cebolla grande
- 2 o 3 ajos.
- Un buen manojo de perejil fresco
- un vasito de vino oloroso
- Un limón.
- Pimienta y sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1.- Pelamos y cortamos la cebolla en círculos de un par de milímetros de espesor. A continuación hacemos lo mismo con las patatas, pudiendo dejarlas un poquito más gruesas. Pasamos ambas por la sartén en abundante aceite y cuando empiecen a cambiar de color las sacamos y colocamos en el fondo de una bandeja para horno.
2.- Picamos muy finamente los ajos y el perejil. Salpimentamos el rodaballo por ambas caras y lo colocamos en la fuente, sobre el lecho de cebolla y patatas.
3.- Rociamos el rodaballo con abundante aceite y con vino oloroso. Horneamos a 180 grados durante unos 45 minutos aproximadamente. Podemos echar la picada de ajo y perejil encima del rodaballo al comienzo del horneado o bien a mitad del mismo, o incluso en ambas ocasiones. Tampoco vienen mal unas rodajitas de limón sabiamente extraviadas sobre el guiso.
4.- Antes de terminar el horneado vemos si el pescado está en su punto. Si es así lo sacamos y emplatamos para comérnoslo, que para eso lo hemos hecho, naturalmente. Salud y buen provecho, amigos.
muy apropiado para el horno, aunque por supuesto admite otras muchas posibilidades. Ni que decir tiene que si es salvaje la calidad se dispara, al igual que el precio, si lo comparamos con el que proviene de la acuicultura. Pero tarde o temprano tendremos que acostumbrarnos a este método de cría de los peces, igual que criamos vacas, terneros, cabritos, pollos y demás.
Esta receta es de una sencillez meridiana, pero eso es lo que en general tiene la filosofía de este blog. Muchos dirán, pues vaya cosa fácil: mejor que mejor; de eso se trata; no hay que complicarse la vida para comer bien y sano.Vamos pues a ello, sin más preámbulos.
Ingredientes (4 p):
- Un rodaballo de 1.500 g al menos; cuanto más se acerque a los 2 Kg mejor será.
- 4 patatas de buen tamaño.
- 1 cebolla grande
- 2 o 3 ajos.
- Un buen manojo de perejil fresco
- un vasito de vino oloroso
- Un limón.
- Pimienta y sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1.- Pelamos y cortamos la cebolla en círculos de un par de milímetros de espesor. A continuación hacemos lo mismo con las patatas, pudiendo dejarlas un poquito más gruesas. Pasamos ambas por la sartén en abundante aceite y cuando empiecen a cambiar de color las sacamos y colocamos en el fondo de una bandeja para horno.
2.- Picamos muy finamente los ajos y el perejil. Salpimentamos el rodaballo por ambas caras y lo colocamos en la fuente, sobre el lecho de cebolla y patatas.
3.- Rociamos el rodaballo con abundante aceite y con vino oloroso. Horneamos a 180 grados durante unos 45 minutos aproximadamente. Podemos echar la picada de ajo y perejil encima del rodaballo al comienzo del horneado o bien a mitad del mismo, o incluso en ambas ocasiones. Tampoco vienen mal unas rodajitas de limón sabiamente extraviadas sobre el guiso.
4.- Antes de terminar el horneado vemos si el pescado está en su punto. Si es así lo sacamos y emplatamos para comérnoslo, que para eso lo hemos hecho, naturalmente. Salud y buen provecho, amigos.
Sencilla y muy buena. Lo importante es encontrar un buen rodaballo, que ahora con las piscifactorías se han abaratado pero la calidad no es la misma. Toño, de La Cocina de su nombre, dice que la piel debe ser rugosa, lo que indica que se ha arrastrado entre la arena. Yo suelo hacer la misma receta con merluza rellena de colas de gambas y gulas...También queda muy buena. Besotes
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, Isabel. Donde esté un pez salvaje, de mar, que se quite la acuicultura, pero también es cierto que no comemos búfalos en libertad, sino terneras o corderitos estabulados. Pues lo mismo va a pasar con los peces. Abrazos.
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