LUBINA AL HORNO CON UNA CAMA DE PATATAS Y CEBOLLA

La lubina es un pescado que tiene un precio asequible, sobre todo si es de cultivo, aunque no puede compararse con la lubina salvaje, naturalmente. En todo caso podemos festejar nuestro paladar con esta exquisitez de los mares, de carne tan deliciosa y suave que admite variadas formas de preparación, aunque en esta ocasión voy a hacerla muy sencilla y dejando que el producto se exprese por sí mismo. Hubo un tiempo en que era preceptivo hacerla "a la sal", pero esa moda ya pasó, aunque también es una manera interesante de tratarla.
Hoy el preámbulo es pequeño y paso ya a meterme en la cocina.

Ingredientes

- 1 o 2 lubinas, dependiendo del peso y el apetito de los comensales, pero no deberían tocar a menos de 300-500 g por persona. Ya se sabe que luego queda reducida a la mitad.
- 2 o 3 patatas, según el tamaño. Calcular suficientes para cubrir el fondo de la bandeja de horno en que se vaya a hacer el pescado.
- Una cebolla grande.
- Un limón.
- Unas semillas de cilantro y/o coriandro.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pimienta y sal. Opcionalmente unas ramitas de perejil.


Elaboración
1.- Pelar las patatas y cortarlas en rodajas de 5 mm de espesor. Salpimentarlas. Cortar en rodajas la cebolla.

2.- Pasar las patatas por la sartén, con abundante aceite, confitándolas un poquito. Sacar y reservar. De esta manera se podrán comer. Si lo confiáramos todo a que esta tarea la haga el horno podemos llevarnos un disgusto, pues la lubina necesita menos cocción que la patata.

3.- En el mismo aceite pasar la cebolla hasta que pierda el color blanco y quede ese tono blanco-crudo característico. Mientras se va haciendo salpimentamos las lubinas y les hacemos unos cortes en el lomo. Precalentamos el horno unos 10 minutos a 150 grados.

4.- Disponemos de una bandeja para horno y colocamos las patatas en el fondo y sobre ellas la cebolla. Colocamos las lubinas sobre la cama de patatas y cebolla e introducimos unas rodajas de limón en los cortes que les hemos hecho previamente. Si nos sobra limón echamos su zumo por encima de la lubina. Rociamos con el aceite que nos ha sobrado de freír las patatas y la cebolla. Dejamos caer como al azar las semillas de cilantro y/o coriandro.

5.- Horneamos durante unos 20-25 minutos a 180 grados, aunque como cada horno es un mundo será preferible vigilar la evolución y no pasar el pescado en exceso.

6.- Sacamos las lubinas del horno. Las limpiamos, emplatamos, colocando en la base del plato unas rodajitas de patata y sobre ella los lomos de la lubina. Esparcimos la cebolla y añadimos (opcionalmente) perejil como decoración. Por supuesto que podemos rociar con el jugo de la cocción e incluso con unas gotitas de aceite en crudo (del bueno bueno, ese que reservamos para ensaladas maravillosas). Luego solo queda hacer honor al plato y a la receta comiéndonos esta maravillosa y exquisita lubina con su sencillo acompañamiento.