El contrabando de la vida
El COntrabando de la VIDa
(¡Incluye playlist!)
"En prisión y enfermedad se conoce la amistad"
A Pedro, cómplice de mi padre,
apoyo incesante de mi madre
Dice un acertado proverbio que la riqueza de una persona se puede medir por la calidad de sus amigos. Pues bien, mi padre fue rico.
Uno de esos primeros espadas tanto para mi padre como para mi madre ha sido y sigue siendo Pedro R. Ballestero, un amigo en mayúsculas. De esos que practican aquello de que las amistades verdaderas están a las duras y a las maduras.
Resulta que el bueno de Pedro publicó su primera novela hace unos meses: El COntrabando de la VIDa. Entre otras circunstancias, han sido las largas madrugadas durante la cuarentena las que han ayudado a que su novela viera la luz.
Recordemos que este blog fue concebido como una bitácora donde atesorar momentos de gastronomía. Pero también de literatura, viajes, amistades y otros derroteros. Esta entrada tiene todo eso.
En fin, mira que tenía yo ganas de leerme una novela canalla. Y esta novela lo es, mucho.
El COntrabando de la VIDa también es una novela negra. Por momentos negrísima.
La novela gira en torno al personaje de T. El atormentado y enigmático dueño de un mítico garito ubicado en las afueras de Madrid, el Beers.
Como en la conocida marca de cerveza artesanal, allí pueden degustarse "Birra & Blues". Bueno, blues pero también mucho rock psicodélico, folk, movida madrileña... incluso si te despistas y entras allí la noche que no debes quizás escuches temas demasiado accesibles. De algo hay que vivir.
Por la historia desfilan el Boss, los Rolling y los Beatles, Dire Straits, un tal Urquijo, Mr. Bowie, Hendrix, los Doors, el gran Dylan, Clapton, Eagles, el rey y la reina, varias chicas malas, ínclitos de los 80s patrios y algún que otro defenestrado social más. Una parroquia muy recomendable.
Para que los incautos se acerquen más y muerdan el anzuelo he creado una playlist en Spotify: "Una noche en el Beers". Invito a que la consuman de forma no moderada y mientras se devoran las páginas de esta novela:
https://open.spotify.com/playlist/5OouhYCKGWoP18CnFWsYwV?si=DQcTbVu5Rra0mDnU_Ywrdw&nd=1
Me ha resultado imposible separar la novela de mis vivencias personales con el autor. Me acordaba continuamente de Pedro subido al escenario con su guitarra. Sobre todo cuando animó el cotarro en la fiesta de la jubilación de mi padre. Él, su hermano y sus compinches lograron que un público algo remolón al principio acabase desgañitándose con los Secretos, Nacha Pop, Celtas Cortos y otros paisanos amados por todos. Mención aparte ese The River para cerrar una jornada para la posteridad.
Adjunto documento gráfico de la hazaña. Y digo hazaña porque hasta yo me animé a subir al escenario para destrozar Lady Madrid. Menos mal que tenía a Rosa para mejorar lo presente:
Gracias Pedro por lograr, a través de tus páginas, devolverme el recuerdo vívido de esos felices momentos. Esos son los instantes que tanto necesitamos rememorar ahora.
El caso es que la música lo envuelve todo en esta historia. Casi diría que es un personaje más. De hecho, no pueden entenderse las profundidades de ciertos personajes y sus circunstancias sin detenerse en las canciones que los retratan. Para muestra un botón: la carta que escribe cierta difunta y que se sirve de varias canciones para retratar las sucesivas etapas de su relación amorosa. Aderezada -antes y después- con una tremenda descripción de las fases de la maldita enfermedad. Nudo en la garganta y heridas todavía abiertas.
Por otra parte, esa carta me dejó pensativo. Si mañana me fuera, ¿cuáles serían mis "greatest hits"? piénsalo tú también. La respuesta no es fácil.
Pero no nos hundamos. Prefiero esa fabulosa forma de concebir y celebrar tanto la vida como la muerte: no olvides Dublín. Quizás una escena basada en un viaje o una experiencia personal del autor. La cuestión es que me recordó a esta viñeta de Charlie Brown y su inseparable Snoopy que siempre me ha fascinado:
Los flashbacks sobre la vida de T conforman algunos de los pasajes que más me han gustado del libro. Como no puede ser de otra manera, la novela refleja ciertas geografías personales de su autor: Madrid y sus suburbios, Suances, Dublín, Gredos, Praga (ciudad a la que fue junto a mis padres), algún pasaje exótico... pero destacan por encima de todo esas "alborotadas raíces gallegas".
Por motivos profesionales he tenido que ir a Galicia varias veces estos últimos dos años. A Vigo y en menor medida a Lugo y Santiago de Compostela. También he disfrutado algo del interior de ese delicioso triángulo. Esto me ha permitido recordar el carácter mágico de dicha tierra. Sin lugar a dudas, Galicia es la comunidad más mágica de toda España. Conocerla es amarla. Esto lo refleja el autor en la novela de una manera personal, intensa y llena de sensibilidad. Algunas de las escenas de la novela, sobre todo las que acontecen en la Galicia ya desaparecida, reflejan esa idiosincrasia tan sugerente y compleja.
Cementerio de Santa Mariña en Cambados
El camposanto más melancólico del mundo
De verdad, no caben aquí todas las referencias e influencias del autor. Merece la pena ir descubriéndolas a medida que la novela gana en intensidad. Se lee casi sin respirar. Desde el prólogo y hasta la anamnesis y conciertazo final.
No soltarás el libro hasta haberlo acabado.
En resumen, si después de leer esta novela no te entran ganas de montar una banda (o un bar) es que estás muerto por dentro. Eso, o que no has sido joven. Y cuando digo banda me refiero a muchos tipos de bandas, ya que cada uno interprete y lo ponga en práctica como considere.
Qué bonito Pablo y qué suerte la de tus padres el contar con un AMIGO (en mayúsculas) tan especial. Escucharemos y leeremos!! Nos has hecho la boca agua!!
ResponderEliminarMe encanta leer cómo recuerdas y escribes sobre tu padre y describes sus vivencias, las tuyas y las de sus amigos.
ResponderEliminarLa novela de Pedro seguro que merece la pena leerla, después de tus palabras.
¡Gracias por tu comentario! Me encantaría saber quién eres 🤔
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