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Mostrando entradas de febrero, 2016

BACALAO CON PATATAS

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Receta sencilla, propia de la Cuaresma, con aromas antiguos.  Quién le iba a decir al bacalao, pescado viajero, que abundaba en las cocinas del interior de nuestras tierras, que alcanzara esos niveles de exquisitez y precio que tiene en nuestros días.  Para este plato no hacen falta esos lomos suntuosos y caros, nos serán suficientes unos trocitos de las partes más humildes de la pieza. En cuanto a las patatas, sería deseable una variedad del tipo kennebeq. Ingredientes (4 p) - 500 g de bacalao desalado y cortado en pequeños trozos. - 4 a 6 patatas de tamaño medio. - media cebolla - 3 hojas de laurel. - 2 dientes de ajo. - un ramillete de perejil fresco. - 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. - sal y agua. Elaboración 1.- Corta la cebolla y la sofríes en aceite. Trocea las patatas cortando como si las fueras  arrancando, para que luego suelten almidón. Maja en un mortero los ajos y el perejil.   2.- Añade las patatas a la

POLLO DE CORRAL CON ALMENDRAS

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El pollo de corral -el de verdad- es una exquisitez que cada vez abunda menos. No hablamos de un pollo de carne amarillenta, alimentado con maíz, que está rico, no; nos referimos al pollo de campo, que tiene un espacio natural donde desenvolverse y que además está bien alimentado. Para mí ni capón, ni pularda, ni ninguna otra especie cercana de volátil; el pollo de corral, ese es el que tiene un sabor peculiar y exquisito.  Esta receta es sencilla, pero de unos resultados contundentes y animo a aquellos que tengan el privilegio de `criar o comprar un pollo auténtico, a la antigua, a que lo preparen de esta manera: les auguro un resultado inolvidable. Ingrediente -  un pollo de corral - 3 dientes de ajo - unas ramas de perejil fresco - 100 g de almendras crudas molidas - una rebanada de pan  - un vasito de vino oloroso para cocinar  -  aceite de oliva virgen extra - agua y sal Elaboración 1.- Dorar lentamente el pollo en aceite de oliva. Reservar a

UMBERTO ECO

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Es obligada una reseña con ocasión de la muerte de Umberto Eco, acaecida hace escasos días. Este blog que, entre otras menudencias, habla de libros, no puede por menos de entronizar, si no lo estaba ya, a este acérrimo defensor de los libros, de esos libros a ntiguos en papel que pugnan por mantener el recuerdo de aquella antigua galaxia llamada Gutenberg, que vemos desaparecer en el horizonte de nuestra memoria. Fue un clarividente profesor de semiótica, laureado doctor honoris causa por cuarenta universidades, también ensayista, y desde luego narrador, hombre “de discurso apocalíptico, risueño e integrado” en palabras de Juan Cruz. Las nuevas tecnologías le causaban un salpullido en la piel y una desesperanza en el alma y se sentía enfermo cuando escuchaba u olía a Internet, a las redes sociales. Jordi Llovet, habla de Eco como “un   bon vivant,   un tipo listo y de enorme inteligencia, un gran amigo, un hombre con gusto —más cuando se ponía a pensar que cuando se puso a fab